«Saber que detrás de una formación esta Bével es una garantía, pero es que además el curso de oratoria es su curso estrella. Pocos cursos aportan tanto en tan poco tiempo.
El curso te aporta las herramientas necesarias para poder salir airoso de cualquier presentación – discurso- entrevista.
En la mayoría de las ocasiones lo importante no es lo qué se dice sino cómo se dice.
Es un curso necesario para cualquier persona, pero especialmente para un abogado (tanto Junior como Senior) que por su día a día tiene que tirar de oratoria constantemente dentro   y fuera del juzgado.»

«Muy recomendable, yo diría que muy necesario; en nuestra profesión además de tener conocimientos jurídicos  es, sin duda, tan importante transmitirlos adecuadamente y potenciar habilidades para comunicarnos de modo eficiente con nuestros clientes, con nuestros compañeros y con los tribunales.
El primer curso de oratoria al que he asistido, impartido por Alejandra y su equipo,supuso para mí descubrir  técnicas y herramientas que hasta entonces desconocía. Guardo un recuerdo muy agradable de aquel curso .
Quizá lo que más me ha llamado la atención  fue conocer , ya el primer día, el peso del lenguaje no verbal en la comunicación, descubrir que transmitimos y comunicamos mucho más a través de nuestro lenguaje no  verbal ( aspecto que hasta entonces tenía totalmente descuidado) que a través del lenguaje verbal.
En aquel curso me he sentido muy cómoda. El curso se desarrolló en un entorno agradable y muy respetuoso, ello nos permitió  a todos los alumnos compartir con total libertad y tranquilidad nuestras inquietudes, superar los ‘miedos’ del primer momento y descubrir nuestras fortalezas y debilidades al poner en práctica las técnicas que día a día íbamos descubriendo.
Sería ideal que  la Universidad incorpore técnicas y habilidades para comunicar mejor; afortunadamente ahora  ya se imparte esta materia en el máster de acceso a la abogacía ; por ello estos cursos de oratoria resultan muy recomendables y una puesta a punto para los que llevamos unos cuantos años en la profesión.»

«Respondiendo a tus preguntas te diré que como abogada en ejercicio, con casi 30 años de experiencia, entiendo que los cursos de oratoria como el que tuve oportunidad de hacer contigo deberían formar parte del Máster de Acceso al ejercicio de la Abogacía. Es esencial que un abogado/a sepa ‘comunicar’, ya puedes ser el ser más inteligente del mundo que si no comunicas bien no te será útil en el ejercicio de la abogacía.
El curso que he hecho contigo, Alejandra, me ha enseñado a concretar el mensaje de lo que quiero transmitir, a prescindir de expresiones superfluas, a usar comodines inapreciables para los no expertos, en resumen: ‘a comunicar mejor’, y una cosa muy importante ‘yo hablo muy deprisa y pienso todavía más deprisa, pues bien, el curso me ha enseñado que el auditorio no es siempre conocedor de todo lo que uno piensa y hay que interconectar, establecer un diálogo con el auditorio, sino la mejor conferencia puede ser un fiasco.’
Es muy recomendable, para el ejercicio profesional del abogado o abogada para saber hacer las preguntas atinadas a las circunstancias del caso y para concretar, tanto por escrito como oralmente, en los informes.
En lo que se refiere a mi formación personal, ya no profesional, me ha sido muy útil para saber transmitir mis sentimientos a mi entorno mejorando muchísimo mi comunicación con mis amigos y familiares.»

«Me ha aportado la experiencia de ‘exponerte’ ante los demás de una forma distinta a como lo había hecho hasta ese momento, ya que después de todo lo que aprendes y de los feedbacks que te hacen, cambia tu concepción de como la gente te percibe y eso hace que cambie también tu manera de exponer los contenidos. Mejoras en ‘las coletillas’ que utilizas, que son recurrentes pero fáciles de eliminar, en el enfoque de cómo quieres exponer el contenido, etc.
Para mi lo mas importante ha sido el comprobar que todos creemos tener unos límites- errores- inseguridades que muchas veces no existen, el público generalmente es mas benévolo de lo que uno piensa. Que la preparación del tema a exponer, aunque parezca algo evidente, es fundamental porque el llevar un tema muy machacado te aporta seguridad y la seguridad hace que la exposición sea más exitosa.
Que el diálogo interior existe, pero cuando empiezas a exponer vences los aspectos negativos de ese diálogo. Que hay pequeños- grandes trucos que te ayudan a mejorar mucho, que la mejoría es bastante rápida y que tu mismo la ves.
Noté una gran evolución desde el primer día hasta el último del curso. Te aporta una visión distinta de las exposiciones orales, a pesar de que yo las haga habitualmente, te ayuda a mejorar mucho, y  es una práctica que todo el mundo debería experimentar si quiere mejorar en una profesión como la nuestra, en la que debes hacer exposiciones orales de forma constante y en la que no sólo es importante lo que dices sino cómo lo dices para la consecución de nuestros objetivos profesionales.»